Conocer a alguien que convierte el control financiero en una misión apasionada no es tan común. Angie, coach de ahorro, lleva años ayudando a mujeres a transformar su desorden económico y convertirse en lo que ella llama «MiniMillonarias», enseñándoles a manejar su dinero sin estrés.

En esta entrevista descubrirás qué la impulsó a dedicar su vida a guiar a otros hacia la tranquilidad financiera, y todos sus consejos prácticos para que organizar tu boda —o cualquier otro reto económico— se convierta en una experiencia más consciente y sin dramas.

1. ¿En qué momento descubriste tu pasión por las finanzas personales y decidiste ayudar a otras personas a organizar mejor su dinero? ¿Hubo algún punto de inflexión?
Siempre he sido muy consciente con el dinero. Desde joven, ahorrar y llevar un control de mis gastos ha sido algo natural para mí. Pero con el tiempo, me di cuenta de que no todo el mundo tenía esa relación tan ordenada con sus finanzas. Veía a personas cercanas familiares, amigas agobiadas, sin saber en qué se les iba el dinero, y me preguntaban cómo lo hacía yo para estar siempre tan organizada. Ahí entendí que lo que para mí era habitual, para muchas otras era todo un reto. Como además soy una apasionada de la economía y las finanzas personales, poco a poco lo que era una habilidad se ha convertido en mi propósito… y hoy es mi trabajo.

2. ¿Qué ha sido lo más difícil —y lo más gratificante— de emprender como coach de ahorro?
Lo más difícil fue romper con la creencia de que solo quienes ganan mucho pueden ahorrar. Pero también fue lo más transformador. Ver cómo mujeres con sueldos medios, al organizarse mejor, logran cumplir metas grandes como mudarse, casarse o ahorrar para su primera casa… es profundamente gratificante. Ese momento en que una clienta te dice: “Por fin siento tranquilidad con mi dinero”, no tiene precio.

3. ¿Por dónde empieza una pareja que quiere organizar una boda sin perder el control del presupuesto? ¿Qué pasos previos recomiendas antes de ponerse a gastar?
Empieza con una conversación sincera. ¿Qué tipo de boda sueñan? ¿Cuánto pueden y quieren gastar sin endeudarse? Después, establezcan una cifra total realista y dividan ese presupuesto en grandes categorías (vestido, banquete, música, etc.). Y antes de reservar nada, pónganse de acuerdo en las prioridades. ¿Qué es lo más importante para cada uno? Eso evita muchos gastos impulsivos después.

“Reservar un 10% del presupuesto para imprevistos es un truco que siempre funciona.”

4. Muchas novias nos cuentan: “teníamos un presupuesto… pero se nos fue de las manos”. ¿Cómo evitar eso? ¿Algún sistema o truco de control?
El secreto está en planificar antes de gastar. Muchas veces el problema no es cuánto tienes, sino que empiezas a pagar sin un plan claro. Lo ideal es dividir el presupuesto total en categorías (banquete, fotógrafo, vestido, decoración…) y asignar un límite a cada una. Por ejemplo, si tu presupuesto es de 20.000 €, puedes repartirlo por porcentajes y asegurarte de no sobrepasar ese monto en ninguna categoría.
Un truco práctico: utiliza una hoja de cálculo o una plantilla de presupuesto visual, donde puedas ir registrando cada gasto. Así ves en tiempo real cuánto te queda por categoría y puedes tomar mejores decisiones. También recomiendo reservar un 10% del presupuesto para imprevistos. Y lo más importante: antes de contratar cualquier proveedor, tengan una conversación honesta en pareja sobre las prioridades. Eso marca la diferencia entre una boda soñada y un caos financiero.
El truco está en decidir primero las prioridades y después asignar el dinero, no al revés.

5. ¿Recomiendas usar listas, Excel, apps… o hay alguna herramienta práctica que ayude a mantener el gasto bajo control mientras se organiza todo?
Sí, tener una herramienta es clave. Las listas ayudan, pero no son suficientes cuando hay tantos gastos y proveedores involucrados. Personalmente, recomiendo usar una plantilla digital sencilla como una hoja de cálculo bien diseñada donde puedas apuntar el presupuesto por categorías, registrar cada gasto y ver en tiempo real cuánto te queda.
Una buena plantilla te permite visualizar tus números, comparar lo planeado con lo gastado y corregir a tiempo. Además, es algo que pueden usar en pareja desde el móvil o el ordenador, y así evitar malentendidos. Lo importante no es que sea sofisticado, sino que te sea útil y fácil de mantener. Porque una boda bien organizada empieza con unas finanzas bien claras.

“Una buena hoja de cálculo vale más que mil listas. Te muestra en tiempo real si vas bien o si te pasas.”

6. ¿Cómo hablar del dinero en pareja sin discutir, sobre todo cuando uno quiere una boda grande y el otro algo más sencillo?
Con empatía y sin asumir que uno está “bien” y el otro “mal”. Lo mejor es hablar desde el por qué de cada deseo: “Quiero una boda grande porque me hace ilusión reunir a mi familia” vs. “Prefiero algo más íntimo porque me agobia el gasto”. A partir de ahí, buscar puntos en común y tomar decisiones conscientes juntos. El dinero no debe ser una batalla, sino una herramienta para construir en equipo.

7. Si te casaras mañana, ¿qué cosas priorizarías y en cuáles aplicarías tu método de ahorro sin pensarlo?
Priorizaría todo lo que crea recuerdo: la música, la comida y las fotos. Y aplicaría ahorro sin dudar en cosas como la decoración (hay opciones DIY preciosas), detalles que se tiran el mismo día o gastos que se hacen solo “porque toca”. Mi regla sería: si no tiene un valor real para nosotros, no entra al presupuesto.

“Yo priorizaría lo que crea recuerdos: música, comida y fotos… y ahorraría en lo que se tira o se hace solo porque toca.”